Ha surgido un vínculo sorprendente entre la salud bucal y la salud cerebral: una nueva investigación sugiere una posible conexión entre la enfermedad de las encías y el daño a la materia blanca del cerebro, la red crítica responsable de transmitir señales a través del sistema nervioso central. Si bien se necesitan más estudios, estos hallazgos resaltan las posibles consecuencias de descuidar nuestra boca y subrayan la importancia de una buena higiene bucal.
Las hiperintensidades de la sustancia blanca (WMH) a menudo se consideran un indicador clave de la enfermedad cerebral de pequeños vasos (CSVD), una afección que afecta los vasos sanguíneos del cerebro y aumenta el riesgo de accidente cerebrovascular y deterioro cognitivo. Este nuevo estudio, dirigido por investigadores de la Universidad de Carolina del Sur, se centró en estos WMH para explorar posibles vínculos entre la enfermedad de las encías y la salud del cerebro.
El equipo analizó registros dentales y escáneres cerebrales de 1.143 adultos. Descubrieron que las personas diagnosticadas con enfermedad periodontal (enfermedad de las encías), que afecta aproximadamente a la mitad de todos los adultos estadounidenses, tenían un volumen promedio más alto de WMH en comparación con aquellos sin la afección. Específicamente, las personas con enfermedad de las encías mostraron un aumento de casi un 56 % en la probabilidad de sufrir daños graves en la materia blanca, según lo medido por los WMH.
Si bien esto no prueba definitivamente la relación causa-efecto, sugiere que la inflamación persistente dentro de la boca (un sello distintivo de la enfermedad de las encías) podría estar contribuyendo a cambios dañinos en el cerebro. Curiosamente, el estudio no encontró ninguna asociación directa entre la enfermedad de las encías y otros marcadores de CSVD, lo que sugiere que podría haber mecanismos específicos en juego.
“Ésta es una razón de peso para que los dentistas presten más atención a la salud general de sus pacientes”, afirma Souvik Sen, investigador principal y neurólogo vascular de la Universidad de Carolina del Sur. “La enfermedad de las encías es prevenible y tratable. Si este vínculo se mantiene en estudios futuros, el manejo de la inflamación oral podría ofrecer una nueva estrategia para reducir la enfermedad de los pequeños vasos cerebrales”.
Inflamación crónica: el posible culpable
Este estudio se suma a la creciente evidencia que sugiere que la inflamación crónica (una respuesta inmune hiperactiva que persiste en el cuerpo) puede propagar sus efectos dañinos entre diferentes órganos y sistemas.
Ya existen investigaciones considerables que señalan la conexión entre la inflamación crónica y una variedad de afecciones, incluidas enfermedades cardíacas, diabetes e incluso ciertos tipos de cáncer. Ahora, este nuevo estudio añade la salud del cerebro a la lista. Es posible que la inflamación persistente en las encías desencadene una cascada de eventos, enviando señales inflamatorias por todo el cuerpo que finalmente llegan a los delicados vasos sanguíneos del cerebro.
Por qué esto es importante
Comprender estas conexiones entre la salud bucal y cerebral tiene importantes implicaciones para la salud pública. La mayoría de los adultos en los países desarrollados experimentan algún tipo de enfermedad de las encías.
“Mantener la boca sana puede contribuir a un cerebro más sano”, dice Sen, enfatizando la importancia de las medidas preventivas como chequeos dentales regulares, cepillarse los dientes dos veces al día con pasta dental con flúor y usar hilo dental. Estas prácticas simples podrían desempeñar un papel importante en la reducción del riesgo de deterioro cognitivo y accidente cerebrovascular en el futuro. Se necesita más investigación para confirmar estos hallazgos y determinar los mecanismos exactos implicados, pero por ahora, este estudio sirve como un poderoso recordatorio: cuidar los dientes y las encías es algo más que una simple sonrisa brillante; también puede ser esencial para salvaguardar la salud del cerebro.












































