La leche de foca supera a la leche humana y de vaca en complejidad molecular, según una nueva investigación. Si bien los científicos anteriormente creían que la leche humana era el pináculo de la nutrición de los mamíferos, un estudio dirigido por investigadores de la Universidad de Gotemburgo en Suecia ha revelado que la leche de foca es mucho más compleja químicamente.
El desafío de obtener muestras
Recolectar leche de foca no es un proceso sencillo. El biólogo Patrick Pomeroy de la Universidad de St. Andrews describe la dificultad: “Imagínese tratar con una foca infeliz y bien armada de 180 kilogramos protegiendo a su cachorro”. Los investigadores utilizaron sedación y una bomba de vacío para obtener aproximadamente tres cucharadas de leche de cinco madres focas cada tres o cuatro días, asegurando que quedara suficiente leche para las crías.
¿Qué hace que la leche de foca sea única?
Toda leche, fundamentalmente, es un fluido corporal altamente especializado. Como explicó Daniel Bojar, profesor titular de la Universidad de Gotemburgo, “es básicamente casi como un fluido mágico”, que proporciona energía vital y nutrición al mismo tiempo que moldea la salud del mamífero infantil. La clave está en su composición: la leche contiene grasas, proteínas y azúcares, cada uno de los cuales cumple una función única.
La lactosa proporciona energía inmediata, mientras que los azúcares de cadena más larga, conocidos como oligosacáridos, establecen un microbioma saludable y defienden contra los patógenos. La complejidad de la leche de foca sugiere una adaptación evolutiva al duro entorno marino. A diferencia de los estudios centrados en la leche humana y de animales domesticados, esta investigación destaca los secretos nutricionales ocultos dentro de las especies salvajes.
Por qué esto es importante
Este descubrimiento no es meramente académico. Comprender el perfil químico completo de la leche de foca podría proporcionar información sobre cómo optimizar la nutrición infantil tanto para humanos como para animales. Las propiedades únicas de la leche de foca podrían contener pistas para desarrollar probióticos más eficaces, suplementos que estimulen el sistema inmunológico o incluso nuevos enfoques para prevenir enfermedades en las primeras etapas del desarrollo.
El estudio subraya lo poco que sabemos todavía sobre el mundo natural. Si bien la leche humana está muy evolucionada para nuestras necesidades, la leche de foca representa una solución diferente, igualmente eficaz, adaptada a las demandas de un mamífero marino en un entorno desafiante. Este hallazgo refuerza la importancia de continuar la investigación sobre la biología de los animales salvajes.
