Desenmascarando la esencia felina: la mirada de un fotógrafo al interior de nuestros fascinantes compañeros

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Los gatos han cautivado a los humanos durante milenios: los han adorado como deidades, los han temido como familiares de las brujas y han sido criados meticulosamente para adaptarse a nuestros siempre cambiantes caprichos estéticos. Hoy en día, reinan como sensaciones en Internet y encarnan tanto una adorable esponjosidad como un enigmático distanciamiento. Tim Flach, reconocido fotógrafo de animales, profundiza en esta compleja relación en su nuevo libro, Feline, una impresionante exploración visual de estas criaturas que se entrelazan tan profundamente con nuestras vidas.

Más de 170 de las sorprendentes fotografías de Flach llenan las páginas, mostrando la diversidad dentro del mundo felino, desde elegantes siameses hasta mullidos persas. Pero Feline va más allá de la mera belleza estética. Profundiza en la ciencia detrás de nuestra fascinación. El neurocientífico Morten Kringelbach y el biólogo evolutivo Jonathan Losos aportan información sobre lo que hace que los gatos sean tan atractivos.

Un ejemplo sorprendente es Stella, una Cornish Rex de Canadá, cuya apariencia inusual se debe a peculiaridades genéticas durante su desarrollo embrionario. Ella encarna la cautivadora peculiaridad que a menudo caracteriza a las razas de gatos, un rasgo que Losos destaca en su exploración de la genética detrás de la diversidad felina. En particular, señala que los gatos con ojos que no coinciden (a menudo con un ojo azul) aparecen con frecuencia entre felinos completamente blancos.

Flach también presenta a estrellas de Internet como Atchoum, un persa de pelo largo cuyo crecimiento excesivo de cabello debido a la hipertricosis le ha valido más de 900.000 seguidores en Instagram. Y luego está Zuu, un exótico pelo corto que encarna el concepto mismo de “ternura”: una bola de pelusa perfectamente redondeada imposible de resistir.

Kringelbach explora en Feline cómo este fenómeno de “ternura” hace su magia. En mamíferos y aves, es una estrategia utilizada por los jóvenes para obtener el cuidado de los adultos. Ojos grandes, rasgos redondos y cabezas prominentes son rasgos de bebé universalmente atractivos que desencadenan nuestro instinto de crianza, activando la corteza orbitofrontal, la región del cerebro responsable de procesar las emociones. Esta respuesta evolutiva no se limita a nuestra propia especie; Los gatos también activan esta zona de recompensa en los humanos.

En un fascinante experimento, Flach escaneó su propio cerebro mientras miraba a Loki, su gato doméstico de pelo largo. Observó que su corteza orbitofrontal se iluminaba en 130 milisegundos, una reacción más rápida que el pensamiento consciente. “Se puede ver cómo se manifiesta la ternura”, dice Flach, destacando el poder subconsciente de estos rasgos felinos.

Pero la ternura no es la única ventaja evolutiva de un gato. Son cazadores magistrales, perfectamente adaptados a su presa. Un gatito Sphynx de ocho semanas llamado Valentine salta juguetonamente hacia un juguete en una de las imágenes de Flach, demostrando su agilidad natural e instintos depredadores.

Los gatos poseen un sentido del olfato increíble, hasta 40 veces más poderoso que el nuestro. Sus bigotes actúan como sensores finamente sintonizados, detectando vibraciones sutiles cruciales para navegar en la oscuridad y acercarse a sus presas. Incluso sus lenguas son herramientas especializadas: cubiertas de púas de queratina similares a las que se encuentran en nuestras uñas y cabello, no sólo sirven para acicalarse y comer, sino que también desempeñan un papel en la detección de olores. La textura rugosa ayuda a transferir feromonas al órgano vomeronasal en el paladar.

Quizás ningún rasgo sea tan cautivador como los ojos de un gato. Históricamente envueltos en superstición (su brillo se interpreta como reflejos demoníacos), estos orbes en realidad brillan gracias a una capa reflectante especial llamada tapetum lucidum. Esta estructura refleja la luz no absorbida a través de la retina, lo que permite a los gatos ver seis veces mejor en condiciones de poca luz que los humanos. Losos explica que su alta densidad de bastones (responsables de la visión nocturna) y su capacidad para dilatar ampliamente las pupilas contribuyen a esta excepcional agudeza visual.

Flach hizo todo lo posible para capturar estos fascinantes ojos. Utilizando lentes especializados y flash de alta velocidad, capturó el tapetum lucidum de una manera nunca antes vista: un efecto brillante que se asemeja a “la luz de un faro, como un espejo”, como lo describe Flach.

Feline ofrece un retrato multifacético de nuestros compañeros felinos: científicamente revelador, visualmente deslumbrante y, en última instancia, una celebración de su poder duradero para cautivarnos.