Nuevos antibióticos ofrecen esperanza contra la creciente gonorrea resistente a los medicamentos

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Las tasas globales de gonorrea están aumentando, impulsadas por cepas de bacterias cada vez más resistentes a los antibióticos. Dos nuevos tratamientos, aprobados en diciembre de 2023, representan un importante paso adelante en la lucha contra esta creciente crisis de salud pública. Estas aprobaciones marcan las primeras opciones nuevas en décadas y llegan en un momento crítico, a medida que los antibióticos existentes se vuelven menos efectivos.

La creciente amenaza de la superbacteria gonorrea

La gonorrea afecta anualmente a más de 82 millones de personas en todo el mundo, con tasas de infección particularmente altas en África y la región del Pacífico occidental. Los casos en Inglaterra y en toda Europa han aumentado en los últimos años, y la resistencia a los antibióticos de primera línea como la ceftriaxona y la cefixima ha aumentado considerablemente. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ahora incluye a la gonorrea como un “patógeno prioritario” debido a esta creciente resistencia.

Esto es importante porque la gonorrea no tratada puede provocar complicaciones graves, incluida la infertilidad, y fomenta una mayor propagación de cepas resistentes a los medicamentos. El tratamiento estándar actual –una combinación de ceftriaxona y azitromicina– está perdiendo su eficacia, lo que significa que las infecciones se vuelven más difíciles, y a veces imposibles, de tratar.

Dos nuevos tratamientos aprobados

Los dos medicamentos recientemente aprobados son zoliflodacina (Nuzolvence) y gepotidacina. La zoliflodacina, desarrollada a través de una colaboración sin fines de lucro entre GARDP e Innoviva, ha demostrado una efectividad superior al 90% en ensayos clínicos. Ofrece una opción de tratamiento oral de dosis única, que podría simplificar la administración y mejorar el cumplimiento del paciente. La geopotidacina, de GSK, también demostró eficacia contra cepas resistentes a los medicamentos en los ensayos.

Estos medicamentos representan una nueva clase de antibióticos que pueden retardar el desarrollo de resistencia. Sin embargo, el uso específico será esencial para prevenir nuevas mutaciones. La aprobación de estos tratamientos es particularmente importante para los países de ingresos bajos y medios, donde el acceso a una atención eficaz suele ser limitado.

Un punto de inflexión en el desarrollo de antibióticos

El desarrollo de zoliflodacina ejemplifica un nuevo modelo para la investigación de antibióticos: asociaciones sin fines de lucro que trabajan con compañías farmacéuticas. Este enfoque puede ser vital para abordar la crisis más amplia de resistencia a los antibióticos, donde el desarrollo de fármacos ha ido a la zaga de la propagación de superbacterias.

Como afirmó la Dra. Tereza Kasaeva de la OMS, estas aprobaciones son “un avance importante y oportuno”. Para médicos como el Dr. Rossaphorn Kittiyaowamarn en Tailandia, donde la gonorrea resistente a los medicamentos está muy extendida, estos nuevos tratamientos supondrán un “cambio de juego” para controlar la enfermedad y proteger la salud pública.

La lucha contra la resistencia a los antibióticos está lejos de terminar, pero estos nuevos tratamientos proporcionan herramientas fundamentales en una batalla cada vez mayor. La implementación estratégica y la vigilancia continua serán esenciales para garantizar su eficacia a largo plazo.